Image credits: Alum Galvez

Salon Acme 10 
Estado invitado
Mexico City 
2023


Artists:
Andrea Bores
Sandra Calvo
Yolanda Ceballos
Ángela Ferrari
Verónica Gerber Bicecci
Circe Irasema
cecilia miranda gómez

Press:
Chilango 
Reforma
Milenio


Nadie, nadie creerá el incendio si el humo no da señales



El paisaje es un concepto en crisis. Por un lado, como género pictórico de larguísima tradición, actualmente, éste es cuestionado por su carácter extractivista. Representar un territorio es materializar el deseo de conocerlo, explorarlo, dominarlo y explotarlo. Bajo análisis, la noción de paisaje revela su carácter colonial y podemos trazar sus vínculos con el capitalismo: la posesión de tierras como una de las primeras formas de acumular capital. Pero esos paisajes no sólo refieren a lo representado sino a quien lo observa; hemos entrenado a nuestra mirada bajo la geometría artificial de las tecnologías escópicas de la modernidad. La línea del horizonte, el punto de fuga y la misma división del planeta en hemisferios, trópicos e incluso el ecuador nos guían hacia una configuración racional del espacio que satisface el deseo humano de controlar aquello que le rodea. Y si descentramos la aproximación antropocéntrica, ¿podríamos concebir el paisaje sin la gravedad, esto es, perdiendo el anclaje al suelo?

Ante esta temática, la crisis también permea al contexto que circunscribe a esta exposición, la Ciudad de México, una urbe donde el concreto ha tornado al paisaje de un cenizo color gris y que es el escenario de la desolación y el despojo; una urbe afligida por la especulación inmobiliaria, la gentrificación, la turistificación y la transformación veloz del tejido social que la conforma. Tal encrucijada deja huellas también en el ámbito material, se inscribe sobre la superficie del territorio. Por ello, en lugar de una delimitación geopolítica, la ciudad se concibe aquí como un evento: una serie de factores y fuerzas que confluyen en el tiempo y el espacio, creando relaciones que forjan su contornos y lo que queda contenido dentro de ellos. Así, ésta se transforma en un ente dinámico afectado por flujos y tránsitos, y se define igualmente por el intercambio constante entre las zonas que la rodean y que engulle poco a poco.

Debido al centralismo del país, que se extiende al ámbito artístico, la selección de artistas contempla también a quienes no nacieron ni han residido en la capital, pero se encuentran activas en su escena debido a las oportunidades limitadas que brindan, en consecuencia, las otras latitudes. La muestra se empeña en manifestar tanto la experiencia como el acercamiento de artistas mujeres frente a la temática del paisaje en crisis. Si bien las mujeres vivimos la ciudad de forma distinta, es también el control de nuestros cuerpos –así como de su labores reproductivas y de cuidado– lo que ha posibilitado el surgimiento del sistema capitalista, y uno de los factores que lo sostiene hasta la fecha. Inspirada en una estrofa del poema “Incendio” de Sor Juana Inés de la Cruz, la exposición busca evocar las problemáticas que atañen a esta ciudad donde el fuego arde. Mediante un coro a siete voces, el humo se expandirá para señalar la crisis que atraviesa este paraje.